sábado, 1 de noviembre de 2008

La peste narcotica sigue minando el cuerpo social RD

Ocupan 10 kilos de coca a dos asimilados de Policía

SANTO DOMINGO.- Dos asimilados de la Policía Nacional fueron detenidos con 10 kilos de cocaína en el kilómetros seis y medio de la carretera La Romana-San Pedro de Macorís.

Los detenidos fueron identificados como Darwin Solano y Wilson Sosa, quienes transportaban la droga dentro de un saco de polipropileno, en el maletero de un autobús.

 También tenían una pistola Bersa calibre 9 milímetros, con un cargador y 13 cápsulas.

 Ambos hombres tenían tres teléfonos móviles en su poder y un radio de comunicación, lo que indica que cuando llegaran a su destino se comunicarían con una o más personas utilizando esos aparatos electrónicos.

 Los asimilados fueron expulsados de la Policía por disposición del jefe de esta institución, general Rafael Guzmán.

 Solano, quien además de Policía se supone estaba empleado en la Secretaría de Salud Pública, reside en la calle San Antonio; Sosa, en la Ramón Cáceres número 23, El Seibo.

 Más kilos

 Miembros del J-2 de las Fuerzas Armadas ocuparon ocho paquetes del mismo narcótico a un residente en San Cristóbal, el cual fue interceptado en el sector Boquerón, próximo al Cruce de Ocoa, cuando iba a bordo de un vehículo de transporte público.

 El alijo ocupado en la carretera Azua-Baní, que era transportado por Néstor Esteban Rodríguez Rivas, de 26 años, precisó el portavoz de la DNCD. 

 El ente antidroga informó que Rodríguez Rivas estaba sobre un saco de polipropileno en uno de los asientos del vehículo en viajaba, haciendo creer que llevaba tejidos, pero al ser bajado del vehículo y revisado el 'equipaje' los agentes de seguridad encontraron la droga. 

Deportan narcotraficante

Fue deportado la tarde del jueves a Puerto Rico un sospechoso de narcotraficante capturado por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), miembro de una red que de acuerdo a autoridades federales logró junto a otros 18 individuos importar 10 mil kilos de cocaína y cientos de heroína a Estados Unidos.

 Juan León Serrano, el tercer hombre en importancia de la citada red, fue montado en un avión de American Eagle, en el Aeropuerto Internacional las Américas (AILA), bajo el cuidado de oficiales federales que vinieron a Santo Domingo para escoltar al imputado hasta San Juan de Puerto Rico.

 León Serrano se escondía en República Dominicana amparado en el nombre de Jesús Manuel León Rodríguez, dijo el presidente de la DNCD, general Gilberto Delgado.

 "Pertenece a una red que llevó por lo menos 10 mil kilos de cocaína a Estados Unidos y lavó más de 70 millones de dólares", dijo.

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Reportado por Almonte-Rubiera
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Me tocó la misión del relámpago; rasgar un instante de la tiniebla; fulgurar apenas sobre el abismo, y tornar a perderme en el vacío. --Simón Bolívar en carta a Fanny du Villar

martes, 6 de mayo de 2008

Un bocado de mi arroz cenagoso…

Por Eulalio Almonte-Rubiera

Los campos de batalla han sido utilizados por naciones poderosas y tecnológicamente avanzadas cual tétrico laboratorio en el que se calibra la capacidad destructora de armas concebidas para violar el Quinto Mandamiento de la Ley de Dios, sin temor al castigo que en tiempo oportuno habrá de llegar.

En otros escenarios, en el meramente político, entre los dominicanos hemos visto como durante campañas políticas como la presente, se pone a prueba la capacidad de asimilación del pueblo llano al bombardeo de consignas y manejos mediáticos de cara a torcer la voluntad y decisión del votante, con la falsa creencia de que se esta frente a una manada de borregos.

Hay quienes parecen creer que el pueblo pobre realmente no piensa, por aquello de que el mal ‘comío’ no piensa. Craso error.

A propósito de la escasez de alimentos que afecta al país, y por vía de consecuencia el consiguiente y significativo aumento en los precios de la canasta de productos de consumo diario principalmente entre la gente de mas escasos recursos económicos, los estrategas de la política oficialista han pretendido confundir al dominicano común con la manipulación de informes provenientes de organismos internacionales.

A nosotros se nos quiere hacer creer que andamos escasos, porque el mundo anda de cabeza; que somos victimas de una crisis que afecta a todo el planeta Tierra, y por diferentes medios se remacha el tema, con un único objetivo: modificar la tendencia manifiesta del voto consciente que ya se ve venir.

Leonel Fernández y su gabinete económico y los que con estos señores cantan irreverentes el Aleluya, saben muy bien que la escasez que afecta al país nada tiene que ver con que la poderosa China continental haya entrado al mercado y adquirido todo cuanto necesita para alimentar a sus millones y millones de almas; tampoco que la ex Unión Soviética este participando de un mercado abierto.

Esta gente sabe que el conuco, la finca, la hacienda en San Juan de la Maguana, en Mao o en el bajo Yuna, para solo citar tres ejemplos representativos de nuestras zonas productoras, no producen porque les ha faltado atención oficial; no producen porque no ha habido recursos para preparar la tierra, ni para la compra de semillas ni mucho menos para soportar el periodo de producción y cosecha, porque no ha habido una política oficial de protección al productor nativo.

Esos conucos, esas fincas, esas haciendas no están ubicadas en Vietnam, porque el arroz que producen es de nuestras ciénagas; que las alturas de San José de Ocoa que producen nuestro café no están en Colombia ni en ninguna otra parte de la zona andinas; que las habichuelas pintas de San Juan no se producen acullá, y que tu y yo, antes que un “Chiquita banana” de Costa Rica preferimos un guineo barahonero, Jhonson o como se le llame.

Porque tú y yo preferimos un bocado de nuestro arroz cenagoso, de aquel arroz salido del pilón de nuestros abuelos, o el de las tantas factorías que debido a la falta de uso languidecen y ven sus instalaciones caerse a pedazos. Preferimos los productos de una tierra que esos mismos organismos internacionales que hoy hablan de hambruna han dicho tiene capacidad para alimentar a mas de 30 millones de personas, y aquí apenas somos nueve millones de habitantes.

Pero eso tiene que terminar, así como también las manipulaciones insultantes de nuestra nula conceptual inteligencia ¡pero ya! ¿Verdad Miguel?

(El autor es periodista, ex director de medios)

miércoles, 12 de marzo de 2008

Los profesores y nosotros


Por Eulalio Almonte-Rubiera


El doctor José Francisco Peña Gómez llamaba a sus amigos “compai”, y el doctor Leonel Fernández acostumbra llamar ‘profesor’ a los suyos y a algunos a los que trata de hacérsele el simpático.

En mi caso particular, Peña Gómez me llamaba de manera familiar “compai Lalo”, y yo me sentía muy bien. De mi no esperaba nada mas allá de mi lealtad a la amistad y mi devoción por la Patria.

Creo --no estoy muy seguro, que en el caso del doctor Fernández a mucha gente a su alrededor les ha hecho mucho daño al llamarlos “profesor”, porque en verdad de lo han llegado a creer y hasta piensan que son una especie de “magna-no-se-que” de la sapiencia.

Si no es así, corríjame usted, por favor, pero escuche como el secretario administrativo de la Presidencia, don Luis Manuel Bonetti, le habla al pueblo que se sienta en el mismo pupitre en que yo estoy recibiendo su lección, para explicar el por que de los ‘chequecitos’ que se entrega a los compañeritos del CB (comités de base).

Es como si desde las alturas de su despacho se nos viera como a unos infelices cretinos que no acabamos de mordernos la lengua, antes de pedirle la bendición a su ‘divina’ majestad.

La otra nos viene de otro profesor, el señor Francisco Javier García, un chico con mucha suerte en cuyos hombros Fernández delego el manejo de su campaña en procura de la reelección presidencial.

Ambas explicaciones para justificar lo injustificable de la denuncia documentada en la letra y en el celuloide por la periodista Nuria Piera y su equipo de investigación, nos dicen a nosotros los que debajo de un árbol recibimos sus sapientes peroratas, que seguimos siendo unos entupidos.

En la Cuba de Fulgencio Batista hubo un programa de la juventud batistiana que salía al aire bajo el nombre de “Yo Acuso”, desde el que se respondían las denuncias del pueblo mambí, al pueblo de ñánigos que se sentaba en los mismos pupitres de Fidel con barrabasadas similares a las que hoy nos entregan estos profesores de la manipulación...

Todo lo que se diga ahora es bueno y valido, pero solo desde el punto de vista de estos graduados en la escuela magnifica del doctor Fernández. Ojalá que la universidad que entrega esos ‘títulos’ no cambie de rectoría, porque entonces --como ha dicho un columnista criollo, habrá que hilar muy fino.

Como el tiempo va pasando, y nada queda oculto bajo el Sol, esperemos un rato más. Y ya veremos, porque me temo que alguna gente del litoral morado ha estado calculando mal y equivocando la percepción del pueblo de a pie, que sigo creyendo no es tan tonto como algunos creen.

Como alguien dijo una vez, solo la mentira tiene prisa, y yo y muchos como yo no la tenemos, esperemos, esperemos, esperemos, y hasta entonces, que los caminos, en algún punto, siempre habrán de cruzarse.

Santo Domingo, D.N., 11 de Marzo de 2008

sábado, 23 de febrero de 2008

Huida y Lealtad

Por Eulalio Almonte-Rubiera

Hay una vieja e ilustrativa historia que cuenta de la fidelidad del hombre frente a la adversidad de los suyos.

Montado en su caballo, el campesino se desplazaba calmado de vuelta al hogar después de todo un día de labores agrícolas; iba acompañado de sus dos perros: Leal y Boca Negra, cuando de pronto el cielo desato su furia y un rayo los mato a los tres.

El pobre hombre ni siquiera se dio cuenta de que había muerto, y siguió su camino, pero ya era su alma la que transitaba los caminos dispuestos por el Creador de todo el Universo.

En un lugar del camino vio a un guardián frente la puerta de acceso a lo que lucia ser una abundante fuente de agua de un lugar al que un letrero identificaba como el Cielo, y pidió permiso para entrar y calmar la sed de el y la de sus dos fieles amigos.

Solo al hombre se le permitiría entrar, por lo que decidió seguir su camino; no podía abandonar a sus sedientos y fieles amigos; era cuestión de lealtad, de solidaridad.

El sitio era realmente la puerta del infierno, como comprobó mas adelante cuando en una empalizada de un camino angosto se le permitió que entrara con sus amigos y calmaran la sed.

Ilustra la historia que se debe ser fiel hasta después de la muerte física.

¿Por qué me viene a la memoria esta lección? La respuesta es simple, porque en tiempos actuales, con los pies sobre la tierra vimos a una maestra de larga data, Emma Polanco, que en su momento recibió el apoyo de su partido, el de la Liberación Dominicana (PLD) porque se la veía ganadora frente a otros candidatos, incluyendo al abogado Franklin García Fermín, respaldado por Miguel Vargas Maldonado y su partido, el Revolucionario Dominicano, PRD.

Emma caminaba casi segura a calmar su sed de convertirse en la primera mujer a cargo de la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y lo consideraba algo seguro porque así lo indicaban las “encuestas” elaborados por su PLD, y que concitaba el apoyo de sus parciales.

Horas antes de que se produjera la segunda vuelta en las votaciones que daban puntero a García Fermín, el jefe del partido, el doctor Leonel Fernández, puso pie en polvorosa y abandono a su suerte a la profesora Polanco, tal como se hizo publico en informaciones difundidas horas antes de que concluyeran las votaciones que, como se preveía, favorecerían al candidato García Fermín.

Leal y Boca Negra tuvieron mejor suerte, porque la fidelidad del pobre campesino fue mas allá de la propia muerte, no así la del jefe peeledeísta con la debida a su compañera Emma Polanco.

Es una lección de vida, para los que siguen creyendo en el mecanismo mediático de las “encuestas” y en los que aun creen que el capitán del barco peeledeísta no hará lo mismo que hizo cuando a Danilo Medina, su compañero de lucha y estratega del peeledeismo, abandono en medio de la tormenta.

En las Sagradas Escrituras hay dos pasajes que desde siempre me han llamado la atención. Uno lo recoge Isaías en el Capitulo 11, versículo 7: “…y la vaca y la osa pacerán juntas; sus crías se echaran juntas; y el León, como el buey, comerá paja. El otro nos viene de Mateo, Capitulo 12, versículo 30, citando la advertencia de Jesús, el hijo de Dios, cuando dice: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”.

(El autor es periodista, ex director de medios).

miércoles, 20 de febrero de 2008

Aquí conspiramos todos…

Por Eulalio Almonte-Rubiera

Que a nadie quepa duda alguna, en este país se conspira todos los santos días.
Los conspiradores por vocación o compromiso son, o mejor dicho, somos tantos, que ya ni nos conocemos., pero si podemos reconocernos en la mirada triste de la desesperación.
Mi idiosincrasia se identifico con los primeros conspiradores que conocí, porque me parecía simpática la idea de echar por el suelo a un régimen.
Quería ver la cara que ponía un jefe absoluto frente a un pelotón de fusilamiento; quería saber si era verdad que el gas ‘morao’ pela.

Y conspiré, sin éxito aparente, pero lo hice porque quería, como Francis, devolver al pueblo lo que al pueblo corresponde: su libertad, sus derechos.
Conozco de otros conspiradores, y como no se dio como yo y otros pensábamos, sigo unido a todos aquellos que tienen vocación conspiradora, si conspirar se llama exigir respeto por nuestras madres, nuestras hermanas, nuestras hijas… por nuestra gente.
Algún día Dios tiene que darme la oportunidad de saborear el dulce néctar del triunfo sobre quienes avasallan a mis derechos, los derechos de todos y repican campanas mediáticas para que no escuchemos las tripas que nos matan a retorcijones.


Hipólito no puede negar que conspira. A el lo conozco desde los días de estudiante en 1958, cuando por los predios del parque de Piedra Viva, en San Cristóbal, nos juntábamos con Machote, el hijo de don Pillo Mota, un trujillista decente. Ir a la escuela y aprender era una forma de conspirar contra el oscurantismo.

Hay otros que conspiran, pero lo hacen desde las mismas entrañas de Palacio, o de los palacios, porque son muchos los palacios; algunos llaman palacio hasta a la jefatura de la Policía, como en Nueva York llaman Precinto a los destacamentos barriales.
El ejército de gente que se une a las conspiraciones es cada vez más, y más; algunos ni saben por que conspiran, pero conspiran.

Yo, por ejemplo, recuerdo a los sargentos Rafael Reyes y Reyes, Amable Reyes, Juan Tomas García Mota y otros que en la bruma del tiempo escapan a mi memoria, aunque sus rostros viven frescos en mí, como el de un pariente de un ex senador peerredeísta de apellido Adames.
Eran los tiempos en que desde la Aviación Militar Dominicana (AMD), que en estos días esta cumpliendo 60 años bajo el nombre de Fuerza Aérea Dominicana, queríamos derrocar al generalísimo y doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina, quizás porque nos molestaba que se hiciera llamar Benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva, un titulo otorgado por los aduladores de siempre; quizás porque hizo del país una finca privada, y ahogaba en sangre las aspiraciones nuestras.

Hoy estoy entre los que como Hipólito conspiran.
Conspiro yo con la infeliz paga que hago al servicio domestico que cuida de mi alimentación; conspiro negándole una oportunidad a aquel joven que quiere estudiar, pero yo prefiero echar mis dineros en una maquina traganíquel.

Hipólito lo hacia distinto. Cuando debió poner en la cárcel a los que comenzaron robando cositas, y luego le cogieron el gusto a lo ajeno, se hizo el loco, rompió el cuaderno, hizo un borrón y abrió cuentas nuevas. Así también se conspira.

Hoy conspiran muchos otros, sin ser peerredeístas o antitrujillista como lo fuimos algunos, cuando afrentan a la clase media, a la clase pobre, a los empresarios que arriesgan sus capitales, para crecer desmesuradamente a costa del Estado. Somos un país de conspiradores, y no queremos que otros conspiren.

La conspiración esta en marcha, y si no lo creen vayan por ahí y pregúntenle a esa pobre mujer que anda desesperada buscando echar un día de limpieza, para ganarse con que pagar los primeros cuarenta pesos y dar pan con agua de azúcar a su marido y los cuatro mocosos que quisieran que la tarjeta Solidaridad alcanzara para el mes.

Estamos conspirando contra la salud de la Patria, y lo hacemos desde todo lugar y a toda hora, porque aquí todavía hay gente que se tira en una litera con el estomago en pijama, mientras otros degustan vinos de a 16 mil pesos la botella, que pueden comprar eso y mucho mas porque reciben pagas de mas de 80 mil pesos diarios.

Ya todos estamos advertidos, para que nos aleguemos ignorancia a la hora en que el día del juicio llegue y haya que darle cuenta a Dios, al dios pueblo, que ahora conspira distinto, conspira con un voto en las manos.

(El autor es periodista ex director de medios)

Santo Domingo, D.N.
19 de febrero de 2008

viernes, 1 de febrero de 2008

El ruido de nuestras carretas políticas

Eulalio Almonte-Rubiera Upgrade your email with 1000's of cool animations

Quiero insistir en lo que parece una actitud asumida desde el litoral oficialista para maniobrar con el propósito de evitar que los dominicanos, con o sin bandería política, participen de la discusión de temas nacionales que son de su muy particular interés, y que no necesariamente tienen que ser del aprecio de cierto liderazgo político aunque anda en procura de su favor para, en un descocado ‘sacrificio’ tan grande como el de Jesús, redimir al país de todo el pecado que se sintetiza en la gran deuda social acumulada.

Miguel Vargas, primero, y luego el candidato del Partido Reformista, Amable Aristy, han dicho que no tienen nada que les impida participar de un debate en el que teniendo a la Nación como testigo, transparentar ante las cámaras de la Televisión todo cuanto en estos momentos constituya tema de oferta electoral, incluyendo aquellos temas que eventualmente pudieran tocar puntos neurálgicos de sus actividades publicas o privadas.

En vez de resultar en una gran oportunidad para convencer al electorado de las bondades de cada oferta, el vocablo “debate” ha devenido en una mala palabra con connotaciones mas allá de lo que podría significar llamar ‘hijote’…” a un cibaeño y logrado desatar los pichones y demonios del insulto, la diatriba, la maledicencia, la descalificación y no sabría ya decir cuantas cosas mas salidas del putrefacto infierno en que habita la conciencia de quienes estimábamos gente sobria y hasta educada.

Ha provocado tanto ruido la reiterada solicitud del dichoso debate, que casi consigue acallar las voces de quienes piden que se les diga si algunos de los ‘ofertantes’ tienen algo mas que exhibir que trascienda las posiciones de faraónicas arrogancia, prepotencia y altanería de los que malinterpretando las funciones de mandaderos del pueblo ahora le niegan el derecho que tiene a pedir cuentas y en cualquier momento hasta echarlos a las profundidades de los abismos de su procedencia.

Me llama particularmente la atención el ruido que hace gente que hasta ahora no había tenido una segunda oportunidad de desnudarse en publico; gente cuya impudicia se evidencia ahora como uno de los secretos mejores guardados, así como su desprecio por quienes no hemos tenido la dicha de descender de ‘rancias y nobles sociedades’ que de tiempo en tiempo, en un gangrenoso proceso evolutivo, generan especies de sepulcrales virtudes.

Esas ruidosas manifestaciones, propias de almas angustiadas, me llevaron a viejos estantes y traer a estos tiempos la armonía y quietud del pensamiento de Tagore, y de otros no tan lejanos en el tiempo que desde una perspectiva mas moderna analizan y tratan de profundizar en la antigua historieta de la Carreta Vacía, para descifrarnos el mensaje del padre que hace notar a su hijo que no solo escuchan el ruido de un carricoche, sino que además, aunque no esta a la vista, se desplaza sin carga alguna… que es una carreta vacía.

Un relativamente joven periodista español apellidado Aguiló se refería a este pasaje diciendo que ‘quien profundiza en las cosas suele hablar con prudencia y con mesura’, y ‘que quienes hablan a la ligera y hacen juicios precipitados sobre las personas o los asuntos, suelen hablar demasiado; que se trata de personas que con su alma vacía hacen chirriar el ambiente en todo su entorno, como las carretas vacías’.

Como todos hemos participado del triste espectáculo montado en el tablado de nuestra política vernácula, voy a dejar en sus manos este trozo de nuestra literatura, cuyo autor aun anda perdido en las brumas del tiempo, como perdido estarán siempre quienes no perciban la luz de los nuevos tiempos.
La carreta vacía:
-Caminaba despacio con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, me preguntó:

“Además del canto de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?”.

Agucé el oído y le respondí: “Oigo el ruido de una carreta”.

“Eso es —dijo mi padre—, una carreta, pero una carreta vacía.”

Pregunté a mi padre: “¿Cómo sabes que está vacía, si aún no la hemos visto?”.

-Entonces mi padre respondió: “Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido. Cuanto más vacía va la carreta, mayor es el ruido que hace”.

La historia tiene un pasaje final en el que se concluye en que nadie esta mas vació que aquel que esta lleno de su propio yo.

Es una gran pena que muchas de nuestras carretas políticas resulten tan ruidosas porque precisamente estén vacías.

domingo, 27 de enero de 2008

Mi lectura a un discurso de LF

Por Eulalio Almonte-Rubiera

Quienes gustan de examinar discursos a partir de su contexto y estructura, suelen acudir a pensadores como el Herbert Marcuse, Xavier Laborda u otros con destacada participación en el estudio de disciplinas propias de la Lingüística, para en un ejercicio de implícita autocomplacencia extenderse en consideraciones filosóficas. Que bueno que así sea.

En mi impenitente condición de emborronador de cuartillas no pretendo trascender las barreras de lo que a mi juicio debe de estar al alcance de aquellos que gritan sin que se les escuche, y cuyos razonamientos se vuelven añicos antes de que puedan salir del encéfalo en que se aprisionan sus angustias. Quiero ser solo memoria de su eco.

Así, entonces, quisiera expresar mi lectura de lo que ellos también escucharon decir al doctor Leonel Fernández, en su condición de candidato que por tercera vez tercia en unas elecciones en representación del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con la intención de seguir al mando de la cosa publica.

Dicen que quien pronuncia un discurso tiene que sentir lo que dice como si se tratara de algo en lo que en realidad creyera; no importa que este haciendo ver realidad donde solo haya ficción, pero es su tarea la de llevar al convencimiento de su auditorio, y con autoridad, que lo que dice tiene peso de ley. Es una de las formas de cosechar algo mas allá de los aplausos comprometidos.

Lo he dicho una y otra vez, Fernández tiene dominio de la comunicación y en esta oportunidad, a sabiendas de que su posicionamiento electoral no es el mejor, maniobró para llegarles a quienes entendería no van a razonar mucho en sus palabras y convencerlos de que con cuatro años mas de gobierno el podría hacer tanto que solamente le faltaría acuñar un nuevo nombre para el país.

Habló de la eficacia de su gobierno para edificar obras en donde otros habrían fallado, y si en verdad alguien le suministró datos conocidos, documentados y guardados en archivos fílmicos y escritos y aun así dijo cosas que están lejos de ser verdad, lo menos que debería de hacer es exigir a tales colaboradores que dimitan de sus cargos.

De lo contrario, entonces estaba poniendo al desnudo la creencia que otros tenemos de que necesitan ofertar cuanto sea posible a gente de aquellos lugares en donde su partido no ha logrado convencer al electorado, aunque en publico se insista en exhibir una fortaleza que en su caso particular esta muy lejos de ser cierta.

En mi lectura del discurso puedo ver que hablaba el doctor Fernández para que gente de Monte Cristi, por ejemplo, creyera lo que decía acerca de San Pedro de Macorís y viceversa; que planteaba cosas para consumo de lugareños de aquí y acullá cuyos votos necesita con gran premura, para tratar de convertir en realidad su sueno de cuatro años más, y que tomó zonas especificas en donde la intención del voto no le favorece. Diría un amigo mío ¡vendía musarañas!

Hizo un ejercicio de mesura aparente, pero en su rostro se leía el apremio de su yo interior que a través de sus labios solicitaba con ruego vehemente que se le de una nueva oportunidad, lo que contradice la afirmación de que ganarían ampliamente en primera vuelta y su descalificación en termino porcentual del candidato Miguel Vargas, contra quien fueron dirigidos todos los dardos envenenados, ignorando adrede a otros a cuyos seguidores a puesto precio y que alguna vez formaron parte de aquel ejercito de “viralatas”.

Esperemos un poquito, que a su tiempo maduran las uvas.

(El autor es periodista ex director de medios y ejecutivo de Comunicación del MVP)