Por Eulalio Almonte-Rubiera
Hay una vieja e ilustrativa historia que cuenta de la fidelidad del hombre frente a la adversidad de los suyos.
Montado en su caballo, el campesino se desplazaba calmado de vuelta al hogar después de todo un día de labores agrícolas; iba acompañado de sus dos perros: Leal y Boca Negra, cuando de pronto el cielo desato su furia y un rayo los mato a los tres.
El pobre hombre ni siquiera se dio cuenta de que había muerto, y siguió su camino, pero ya era su alma la que transitaba los caminos dispuestos por el Creador de todo el Universo.
En un lugar del camino vio a un guardián frente la puerta de acceso a lo que lucia ser una abundante fuente de agua de un lugar al que un letrero identificaba como el Cielo, y pidió permiso para entrar y calmar la sed de el y la de sus dos fieles amigos.
Solo al hombre se le permitiría entrar, por lo que decidió seguir su camino; no podía abandonar a sus sedientos y fieles amigos; era cuestión de lealtad, de solidaridad.
El sitio era realmente la puerta del infierno, como comprobó mas adelante cuando en una empalizada de un camino angosto se le permitió que entrara con sus amigos y calmaran la sed.
Ilustra la historia que se debe ser fiel hasta después de la muerte física.
¿Por qué me viene a la memoria esta lección? La respuesta es simple, porque en tiempos actuales, con los pies sobre la tierra vimos a una maestra de larga data, Emma Polanco, que en su momento recibió el apoyo de su partido, el de la Liberación Dominicana (PLD) porque se la veía ganadora frente a otros candidatos, incluyendo al abogado Franklin García Fermín, respaldado por Miguel Vargas Maldonado y su partido, el Revolucionario Dominicano, PRD.
Emma caminaba casi segura a calmar su sed de convertirse en la primera mujer a cargo de la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y lo consideraba algo seguro porque así lo indicaban las “encuestas” elaborados por su PLD, y que concitaba el apoyo de sus parciales.
Horas antes de que se produjera la segunda vuelta en las votaciones que daban puntero a García Fermín, el jefe del partido, el doctor Leonel Fernández, puso pie en polvorosa y abandono a su suerte a la profesora Polanco, tal como se hizo publico en informaciones difundidas horas antes de que concluyeran las votaciones que, como se preveía, favorecerían al candidato García Fermín.
Leal y Boca Negra tuvieron mejor suerte, porque la fidelidad del pobre campesino fue mas allá de la propia muerte, no así la del jefe peeledeísta con la debida a su compañera Emma Polanco.
Es una lección de vida, para los que siguen creyendo en el mecanismo mediático de las “encuestas” y en los que aun creen que el capitán del barco peeledeísta no hará lo mismo que hizo cuando a Danilo Medina, su compañero de lucha y estratega del peeledeismo, abandono en medio de la tormenta.
En las Sagradas Escrituras hay dos pasajes que desde siempre me han llamado la atención. Uno lo recoge Isaías en el Capitulo 11, versículo 7: “…y la vaca y la osa pacerán juntas; sus crías se echaran juntas; y el León, como el buey, comerá paja. El otro nos viene de Mateo, Capitulo 12, versículo 30, citando la advertencia de Jesús, el hijo de Dios, cuando dice: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”.
(El autor es periodista, ex director de medios).
sábado, 23 de febrero de 2008
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