domingo, 27 de enero de 2008

Mi lectura a un discurso de LF

Por Eulalio Almonte-Rubiera

Quienes gustan de examinar discursos a partir de su contexto y estructura, suelen acudir a pensadores como el Herbert Marcuse, Xavier Laborda u otros con destacada participación en el estudio de disciplinas propias de la Lingüística, para en un ejercicio de implícita autocomplacencia extenderse en consideraciones filosóficas. Que bueno que así sea.

En mi impenitente condición de emborronador de cuartillas no pretendo trascender las barreras de lo que a mi juicio debe de estar al alcance de aquellos que gritan sin que se les escuche, y cuyos razonamientos se vuelven añicos antes de que puedan salir del encéfalo en que se aprisionan sus angustias. Quiero ser solo memoria de su eco.

Así, entonces, quisiera expresar mi lectura de lo que ellos también escucharon decir al doctor Leonel Fernández, en su condición de candidato que por tercera vez tercia en unas elecciones en representación del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con la intención de seguir al mando de la cosa publica.

Dicen que quien pronuncia un discurso tiene que sentir lo que dice como si se tratara de algo en lo que en realidad creyera; no importa que este haciendo ver realidad donde solo haya ficción, pero es su tarea la de llevar al convencimiento de su auditorio, y con autoridad, que lo que dice tiene peso de ley. Es una de las formas de cosechar algo mas allá de los aplausos comprometidos.

Lo he dicho una y otra vez, Fernández tiene dominio de la comunicación y en esta oportunidad, a sabiendas de que su posicionamiento electoral no es el mejor, maniobró para llegarles a quienes entendería no van a razonar mucho en sus palabras y convencerlos de que con cuatro años mas de gobierno el podría hacer tanto que solamente le faltaría acuñar un nuevo nombre para el país.

Habló de la eficacia de su gobierno para edificar obras en donde otros habrían fallado, y si en verdad alguien le suministró datos conocidos, documentados y guardados en archivos fílmicos y escritos y aun así dijo cosas que están lejos de ser verdad, lo menos que debería de hacer es exigir a tales colaboradores que dimitan de sus cargos.

De lo contrario, entonces estaba poniendo al desnudo la creencia que otros tenemos de que necesitan ofertar cuanto sea posible a gente de aquellos lugares en donde su partido no ha logrado convencer al electorado, aunque en publico se insista en exhibir una fortaleza que en su caso particular esta muy lejos de ser cierta.

En mi lectura del discurso puedo ver que hablaba el doctor Fernández para que gente de Monte Cristi, por ejemplo, creyera lo que decía acerca de San Pedro de Macorís y viceversa; que planteaba cosas para consumo de lugareños de aquí y acullá cuyos votos necesita con gran premura, para tratar de convertir en realidad su sueno de cuatro años más, y que tomó zonas especificas en donde la intención del voto no le favorece. Diría un amigo mío ¡vendía musarañas!

Hizo un ejercicio de mesura aparente, pero en su rostro se leía el apremio de su yo interior que a través de sus labios solicitaba con ruego vehemente que se le de una nueva oportunidad, lo que contradice la afirmación de que ganarían ampliamente en primera vuelta y su descalificación en termino porcentual del candidato Miguel Vargas, contra quien fueron dirigidos todos los dardos envenenados, ignorando adrede a otros a cuyos seguidores a puesto precio y que alguna vez formaron parte de aquel ejercito de “viralatas”.

Esperemos un poquito, que a su tiempo maduran las uvas.

(El autor es periodista ex director de medios y ejecutivo de Comunicación del MVP)

miércoles, 16 de enero de 2008

Miedo al miedo

Por Eulalio Almonte-Rubiera
De la Oficina de Prensa Campaña de Miguel Vargas

‘Que es el Hombre para que tenga en ti memoria…’ dice una alabanza entonada al Dios de Justicia por una feligresía cristiana que confiesa su convicción de que nos es merecedora del valor que el Creador de la vida le asigna, con plena conciencia de que en su misericordia El lo mantiene vivo en su memoria en garantía de salvación de su alma.

Es poco probable que gente metida hasta los tuétanos en los pantanos del secular fango de la política a la usanza de los nuevos tiempos pueda apreciar la largura de la memoria del pueblo dominicano, y confíe a ciegas que su reminiscencia es corta y por demás incapaz de retener para si el daño que le ha sido ocasionado por la concupiscente conducta de algunos de los que en algún momento llegan a considerarse dueños de su voluntad.

Ahora que estamos en camino a la toma de una decisión histórica para renovar los cuadros gobernantes, y cuando a cada lado de la vereda política se advierten campos en los que germinan semillas de esperanzas, desde áticos del oficialismo alguno encopetados alientan nubarrones cargados de amenazas evidentemente dirigidas a gente intrépida dispuesta a la siega.

Las tales amenazas provienen con sutileza de ofidios, con la evidente intención de llevar al animo del ejercito de votantes la idea de que se esta a la puerta de la victoria y que quien no este conmigo estará en contra de mi, y que ¡eso podría tener sus consecuencia! Ridícula y risible postura para ser asumida en este presente nuestro.

Es una nueva muestra de debilidad y desconfianza que se advierte en un pueblo que tiene la potestad y decisión de disponer la remoción de la autoridad que delego en gente que predico una cosa y que ha estado haciendo otra muy distinta, que quisiera, sin embargo, que nuestros ojos vieran rosas donde se levantan cardos, cambrones y pringamozas.

Cuando niño se nos decía que si no hacíamos tal o cual cosa vendría el ‘cuco’ y cargaría con nosotros, hasta que ya creciditos aprendimos de un gran hombre de Estado que solo deberíamos tener miedo al miedo. Y con valor hemos escrito nuestra historia, y eso lo saben muy bien personas cuyas vidas crecieron junto a tinas de la enseñanza, y por las que sentimos gran respeto.

A veces la memoria nos traiciona con la complicidad del alzhaimer político, o adrede olvidamos que vencimos el terror de las fuerzas incontrolables para abrirnos caminos con un Antonio Guzmán al frente de la cosa publica; que los cacicazgos militares de la época fueron picados y echados en las hogueras de la historia y se dio paso al brillo de mentes renovadas en una juventud que vistió galas confeccionadas en los talleres populares.

Se yerra el tiro cuando se pretende atemorizar a una nación de valientes, de gente decidida, de hombres, mujeres y jóvenes que a la hora de servir a la Patria dan mas de un paso al frente, convencidos de que somos depositarios del destino de la Nación que en herencia legaremos a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.

Pudiéramos irnos mas lejos, y retrotraernos a los días en que ni el tableteo de las ametralladoras de genocidas aliados al poder extranjero pudieron doblegar la férrea voluntad de los combatientes del Román de Abril, o a los Palmeros de la cueva de la dignidad o a nuestros ancestros de los tiempos de Concho Primo cuando advertían que nadie les metería miedo con carabinas vacías.

Hoy, ya en sendas muy distintas, armados solo del poder de la conciencia, el dominicano ira de nuevo a las urnas a expresarse sin miedo, con la firme voluntad de continuar abriendo trochas en su búsqueda afanosa de campos fértiles en los que germinen de semillas de real progreso y bienestar transparentemente colectivo, sin espacio para la cizaña, la componenda o el cohecho.

Miedo sí han de tener aquellos advertidos tiempos ha por José Ingenieros de que podrían sentirse aporreados por añejas complicidades con el pasado, pero no los que de Los Trinitarios hemos heredamos el coraje que conduce a la redención de nuestros valores de dominicanos resueltamente decididos a mantenernos libres.

Y así habrá de ser hoy, mañana y siempre, y que nadie se equivoque.

(El autor es periodista, ex director de medios)

viernes, 11 de enero de 2008

Yo también quisiera saber…

Por Eulalio Almonte-Rubiera

Los aires se saturan de interrogantes, y el hombre que forja su vida a golpe de martillo bajo el sol que abrasa quisiera conocer de respuestas que, como axioma de Justicia, les lleguen tempranas, oportunas y ajustadas a la verdad.

Los que han dejado huellas visibles en los difíciles y angostos caminos de la vida, se preguntan a cada paso cuando y como vendrá la recompensa que corresponde a todo esfuerzo realizado de cara a cumplir con el mandato divino de que ganaras el pan con el sudor de tu frente.

Esta ese hombre en el derecho de saber si existe alguna formula secreta para premiar a sus iguales, y si le asiste algún canon en donde se establezca su derecho a crecer sin que ello constituya afrenta ética o vaya contra las leyes y estatutos del Dios suyo.

Querría conocer por qué él y los tuyos tienen que morirse tirados en el pasillo de un hospital cualquiera; enterrados en una tumba sin cruces y condenados al fuego eterno sin que el Supremo haya conocido aun de sus pecados.

Busca respuesta al porqué las nalguitas de sus hijos se acalambran al recibir docencia sentados en rústicos bloques de concreto, cobijado solo por la sombra de un árbol generoso que como venado apocalíptico brama por agua en la aridez de su particular desierto.

A lo mejor se le presenta la oportunidad de conocer de primera mano como hacer para producir un salto cuantitativo y cualitativo, para dejar de habitar una choza inmunda, adquirir un automóvil ‘todoterreno’ ultimo modelo y tener una cuenta codificada en un banco detrás de los Alpes suizos

En un debate de políticos presidencialistas para presentar propuestas, programas de Nación o cualquier otro proyecto de interés para el país, conocería si acaso resulta necesario ir de rodilla a la basílica de Higüey a rezarle a la virgencita de La Altagracia, o en sueño arrodillarse en la Cathedrale de Notre Dame para de un punto menos que nada saltar a la prosperidad.

Tendría el chance de conocer como se hace un mortal como él para dormir tranquilo a sabiendas de que le ha comido el almuerzo a un tísico desahuciado o bebido en botellas de champagne el suero salvador de un damnificado de Rafey o consumido en caviar lo que en justicia correspondería a un cosechero de arroz del bajo Yuna o al salinero de Barahona.

Quizás no habría que llegar tan lejos para encontrar respuestas a las demandas de corregir distorsiones en los niveles de vida de gente que sirve al Estado desde diferentes posiciones, con la única y notoria diferencia de que unos trabajan poco y reciben millones en sueldos, viáticos y prebendas, y otros trabajan mucho, arriesgan todo a cambio de míseros y tardíos salarios.

Otras muchas respuestas quisiera conocer el hombre sin voz para saber, por ejemplo, si la ración del boa de que una voz habló el doctor Joaquín Balaguer sigue alimentando culebritas verdes o si por el contrario es lo suficientemente abundante como para mantener cebada la Anaconda que viste el colorido traje del cohecho.

A lo mejor alguien le daría a este don Pueblo una explicación valedera de por que se le llama ‘canalla’ a un joven de su propia parcela, por haber ‘jalado’ las corbatas a compañeros suyos que se prestaron a pasar por debajo de la mesa asignaciones presupuestarias para alimentar una nueva forma de alzarse con el santo y la limosna de los santos y que llaman ONG.

Hasta comprendería por que hay tantas gentes paradas en firmes procurando una estrella, cabildeando desde muy temprano un puesto con derecho a firma o autoridad para levantar prohibiciones, aprobar compras millonarias o simplemente asesinar ríos y manglares para complacer a la pobre y tierna amiga del amigo de un pariente lejano.

Talvez llegaría a conocer cual es el encanto de la silla de alfileres paridora descarada de multitud de proles nauseas; que es lo que la hace tan apetecible si como se oye decir es un calvario en el que el holocausto de sus gentiles son tan grandes que hasta los dioses a que sirven les adelantan con generosidad excelsas premiaciones cuyas bondades habrán de alcanzar a descendencias mas allá de una quinta generación.

Y ya no tendría necesidad de hacer más preguntas necias, solo enterrar el hacha de sus luchas por la maltrecha Patria y echarse en brazos de la Providencia confiado en ser redimido del Seol de la pestilencia que respira y que, como anuncia el profeta Oseas, esperar que finalmente venga el soplo solano del Dios vivo y cumpla su promesa de esconder de aquellos toda compasión.

miércoles, 9 de enero de 2008

No perdamos el rumbo

Oficina de Prensa Comando de Campaña MVM

Por Eulalio Almonte-Rubiera

En las ocasiones que he tenido la oportunidad de emborronar algunas cuartillas para los diarios del país y Estados Unidos que las aceptan en sus páginas, he citado la capacidad que amigos del presidente Leonel Fernández atribuyen a éste en el manejo de un tema tan interesante como es la Comunicación a partir de la sociología y la antropología, materias que creo impartía en la universidad estatal.

Debido a su experiencia en esta materia es por lo que otros entienden se ocupo de concebir e instalar una maquinaria mediática que ensordece, y a veces hasta logra confundir a algunos sujetos a los que la naturaleza parece haberles jugado una mala pasada y colocado neuronas en sus estómagos en lugar de intestinos que en los irracionales llaman tripas.

Esa pericia también explicaría la habilidad demostrada por Fernández para trastocar en algún momento la discusión de grandes temas nacionales, como son la Educación, la Salud, la Vivienda, el incremento de la Delincuencia y la inseguridad Ciudadana, y otros cuestionados en el plano de la transparencia, como es el caso del préstamo en dólares convenido con la empresa Sun Land sin que se agotaran los pasos legales establecidos para este tipo de operaciones.

De manera momentánea, y con un golpe de efecto comunicacional que encaja muy bien en el arte de la manipulación y de la propaganda, el presidente y candidato a la reelección presidencial ha logrado escaparse del ‘cul-de-sac’ que el manejo confuso de algunos puntos de la agenda económica y social del país lo habían metido conjuntamente con su gobierno, y de paso afectado su posicionamiento de cara a la próxima consulta electoral, aunque sus ‘encuestas’ presenten la cara de una moneda cuya falsedad habrá de demostrarse mas adelante. Es cuestión de tiempo.

Aprovechando que su oponente principal en el cuadrilátero de la carrera presidencial entro en el cambio de golpes en planos que tocan puntos que se distancian un poquito de aquellos que por definición afectan a un mayor numero de personas y estratos sociales, parece haber pedido refuerzos para atirantar las cuerdas y echar el pleito en las aguas que ha escogido hasta lograr un desgaste y ganar tiempo confiando en la decisión de los jueces, no del pueblo.

Quisiera recordar aquí cómo durante las primera y segunda guerras mundiales la lucha armada fue llevada mas allá de las trincheras, y se apelo al apabullamiento de la opinión publica mediante una propaganda científicamente desarrollada, al punto que gente escéptica hasta el momento comenzó a aplaudir a los que finalmente se alzaron con el trofeo bruñido con sangre inocente. Vietnam y Grenada son otros dos ejemplos casi recientes de manipulación comunicacional.

Cuando se produjeron las inundaciones provocadas por las tormentas Noel y su novia fraticida Olga, todo nos sumamos a la lucha en auxilio de los damnificados y la búsqueda de los cuerpos de tanta gente que perdió la vida por las crecidas de los ríos y el torpe manejo de la presa de Tavera, acción ultima que de manera abrupta arraso vida y haciendas cuando la gente dormía ajenas a la tragedia que la ineptitud les echó encima.

Dije entonces que los dolorosos acontecimientos tenían que ser enfrentados, pero que nadie debía olvidar los grandes temas nacionales e hice la advertencia de que las autoridades aprovecharían las circunstancias para manipular los hechos, de manera que pudieran sacar provecho de la desgracia que tocaba las fibras mas intimas de los dominicanos.

A poco tiempo la prensa radial, escrita, de Televisión y de la INTERNET resulto presa de la propaganda oficialista, y la obligación que tiene el Estado de ir en auxilio de la gente que lo integra fue presentada como una acción generosa del presidente de la republica y sus funcionarios. El Chapulín y el Chavo parecerían niños amamantándose frente a los nuevos paladines.

Todos los que tuvimos ojos para ver, asistimos al acto bochornoso de manipulación, televisado a todo el país y frente a un auditorio de ‘yes man’ de la oportunidad que aplaudía delirante, mientras lagrimas de infelices manipulados se precipitaban en las colorida y muelles alfombras del Salón de las Cariátides.

Hoy, como en esa oportunidad, sigo creyendo que el momento es para pasar balance a lo que la Nación necesita para salir del engaño y la improvisación; para que la Educación ocupe el lugar que le corresponde, para que la Salud sea una prioridad, y la seguridad de la gente este por encima de la megalomanía de quienes aspiran a perpetuar en piedras su paso por la vida.

Y si desde los callejones políticos se insiste en cháchara vocinglera, pretendiendo que ignoremos lo que en realidad importa a los dominicanos, que nadie olvide a aquel Juan Bosch del perredeismo cuando en 1962 advirtió públicamente a un comunicador de la época que “águila no caza moscas”. No perdamos el rumbo y sigamos adelante, que este país espera por sus mejores hombres, para levantarse e iniciar el camino de su redención.

(El autor es periodista, ex director de medios)